25 Debajo del Cemento
Viajo por un mundo
debajo del cemento
No escondían su sonrisa detrás de las paredes
No podían hablar
y el calor era pálido
en la ausencia de un olor
azul eléctrico, un río
en medio del corazón
un lago
una ciudad a dos metros bajo tierra.
Una mujer que esperaba
su momento
y otra el autobús
la habitación.
El sueldo.
Encima de otro mundo
Debajo está el Infierno
Las luces no arrancaron la rama,
el árbol como un manojo de carreteras
en el campo amarillo
se quedó seco,
le dolía cuando un niño
que apenas me veía
estallaba las manos
ensangrentando el arpa
Pero yo qué sabía
Viajaba
yo y el otro que no empieza
que no atiende a razones
que se queda
no acaba
y se olvida de que no era para nada
Tú estas
también tu cuerpo que se levantará
y dejará que el aire
sea dócil
y envuelva ese color
azul eléctrico
con la nariz he visto como fluye
un rayo blanco en el cauce
mercurio esperando a que se confunda el hielo
Tú estás
como si te fueras a marchar mientras no lo entiendo
La ciudad
entre la cal y el cielo
se retuerce como un gato
la cola que cubre como un rádar
el terreno,
y vuelve a la consciencia
como si estuviera quieto
No entendía que la hierba
no cubría su suelo, la pisadas
quedaban como pedazos de tiempo
encolerizadas
arrugas que parecen heridas en el cuerpo.
mañana, con la música
fila de números sin nombre
danza de tiempos y de verbos.
Mañana desde que el pico abra brecha
y desnude el espacio
de nosotros, de lo que vamos dejando
en cada intento
de irnos,
de no volver al día
de vencernos,
por fin derrotarnos
y caer
por fin
sin derecho a respuesta
tendidos en el cieno.
miércoles, 6 de enero de 2010
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