No tengas miedo, mi amor,
pronto llegará el final
dejarán de funcionar las manzanas parlantes
Hay fonemas que jamás se volverán a pronunciar
No tengas miedo
porque la oscuridad es un escondite sin barreras,
un sueño sin manchas que no busca la resurrección.
No tengas miedo del frío,
amor,
porque el frío congela hasta la sangre
y la mugre
y así
al renacer de un nuevo sol
surgiremos también nosotros
de nuevo
completamente nuevos
porque el miedo se habrá caído
como una costra de hielo
de las pestañas
para siempre
jueves, 31 de octubre de 2013
lunes, 29 de abril de 2013
Poesías Proféticas III (El Cascarón)
Estoy preparado para salir del cascarón
-el cascarón, madre, el cascarón-
y recoger la amenaza del barro que bordea
el lago de mi casa.
Mientras vacían los señores de la tierra
mi cuerpo
de sustancia. Fuman
cigarros en los bancos
con pájaros en los hombros
-con pájaros, madre, con pájaros-
Y todo el frío del mundo convertido en átomos.
Estoy preparado para salir a cielo abierto
pero está cerrado.
Ninguno de nosotros
-ninguno, madre, de nosotros, ninguno-
ha sido indultado
y por eso debajo del cemento
voy a esconderte,
mientras el sonido del mar es perfectamente azul en estos ojos
y antes de que se abalancen confusos
en el zumbido de las lámparas de aceite
para arrebatárnoslo.
-el cascarón, madre, el cascarón-
y recoger la amenaza del barro que bordea
el lago de mi casa.
Mientras vacían los señores de la tierra
mi cuerpo
de sustancia. Fuman
cigarros en los bancos
con pájaros en los hombros
-con pájaros, madre, con pájaros-
Y todo el frío del mundo convertido en átomos.
Estoy preparado para salir a cielo abierto
pero está cerrado.
Ninguno de nosotros
-ninguno, madre, de nosotros, ninguno-
ha sido indultado
y por eso debajo del cemento
voy a esconderte,
mientras el sonido del mar es perfectamente azul en estos ojos
y antes de que se abalancen confusos
en el zumbido de las lámparas de aceite
para arrebatárnoslo.
viernes, 22 de febrero de 2013
Lluvia de ojos
Lluvia de ojos. lascosasvivas2013®
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Nada más que un mordisco en la lenta carne
de tu
tiempo
No me
conoces
El
viento se ha llevado tu sombrero
Quieres
que te dé una sólida respuesta
y yo
sólo veo un campo en tu pecho
repleto
de espigas de silencio
Nada
más que una raya en la cartera del viento.
Nada
más que una lluvia de ojos
que
vienen a mirarnos a todos por dentro
No soy
el mismo
que
dice que dice lo que piensa
que
dice lo que siente
que
piensa lo que dice
No soy
el mismo que se refleja en la cuchilla
y aún
espera que la carne lo abandone
Nada
más que muros de hielo que araño con los dedos
No me
conoces
Por
eso los pies dentro del barro te faltan el respeto
como
un obstáculo de paja soplas
y mi
cuerpo se estalla en partículas sin nombre
que
los científicos buscan con ahínco
en tu
sueño
tu
desnutrido sueño
dormías
a mi lado
y no
podías estar más lejos
No soy
el mismo
el que
dice que no quiere
y se
traga el ácido que abrasa la lógica
de la
boca y los respiraderos
No soy
el mismo que encogía los hombros del muñeco
No soy
yo quien sueña con tu espalda mojada
Cruzando
charcos como galaxias
Bailando
con los Indios del Centro del Tiempo
Has de
recordar, después de todo
Una
bofetada sin fractura
Un
pico entre todas las sonrisas
Un
bocado en el corazón dormido de tu tiempo
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