Se oyen aun las piedras retumbar en la membrana
Alejarse o morir
Los niños estridentes con su sonajero
muestran su boca sin dientes
sus ojos infectados de sueñoo callejero
Pero yo quiero tragarme toda la noche hoy
Ya no veo
y las esquinas se han llenado de perros
Se oyen aún los disparos atravesar la memebrana
como raciones que amenazan con acabarse
cuando redoblen los timpanos
y se oxiden las campanas
Ya no veo
quisiera desnudarte para arrancarte un pedazo de pecho
Ya no veo
y los hombres absurdos agitan las hojas escritas en el viento
Lo firmaste
reclaman
y jadean
en serio,
no recuerdo ya nada en absoluto
de todo aquello
Pero los niños son tercos
quieren sobrevivir a la venganza de los esqueletos
quieren comer a todas horas
lloran gotas de coca-cola que se quedan pegadas a sus labios resecos
Te estás muriendo
estúpida
deja de ofrecerme tu boca negra y tu colección de sellos
apártate del camino
muestra un poco de respeto
Lo firmaste con tus propios dedos
lo afirmaste con tu propio cuerpo
En la hora del sonido de aristas de plata
y la lluvia de saliva
escaparemos de la poesía
y ellos se tendrán que asfixiar con sus verbos suicidas
Y los niños sólo crecerán
Y estaré ya tan lejos
sábado, 10 de septiembre de 2011
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